Los enfrentamientos incluyeron desde “bombas” hasta ómnibus que los narcos tiraban contra los policías.
Más de 120 personas —según los últimos conteos— fueron asesinadas en la operación antinarco más grande de la historia de Río de Janeiro, realizada en las favelas de Alemão y Penha.
El enfrentamiento se produjo entre la Policía brasileña e integrantes del Comando Vermelho, una de las organizaciones de narcotráfico más poderosas de América Latina. Vecinos de ambas comunidades relataron que los tiroteos se extendieron por los pasillos y calles internas, donde vieron caer tanto a agentes como a miembros de las bandas.
De acuerdo con medios locales, las facciones criminales han alcanzado un alto nivel de profesionalización, lo que les permitió ampliar su capacidad de acción y contribuyó a que la violencia del operativo fuera mayor.
El despliegue dejó incendios, tiroteos prolongados y enfrentamientos simultáneos en distintos puntos. Los grupos criminales habrían utilizado desde drones hasta ómnibus para contrarrestar el avance de las fuerzas de seguridad.
Vecinos denunciaron que se produjeron ejecuciones. Relataron que varios hombres fueron golpeados, atados y luego asesinados a balazos, muchos con disparos en la nuca o en la espalda.
“Hay personas ejecutadas, muchas de ellas con un tiro en la nuca, un tiro por la espalda; esto no puede ser considerado seguridad pública”, aseguró Raúl Santiago, de 36 años, residente de una de las favelas alcanzadas por el operativo.
Otro habitante, Alberto Pereira Neto, contó que vio cuerpos con quemaduras y “personas amarradas”. “Hay personas que fueron sometidas y asesinadas fríamente”, añadió.
Por su parte, una mujer de la zona relató que las balaceras se dieron sin distinguir a quién apuntaban. “Fueron muchos disparos, fue horrible”, dijo.

