Javier Méndez abrió la cuenta. Lucas Acosta, tras varios bloopers, y Abel Hernández, lo revirtieron. Maxi Olivera dejó todo en tablas.
El partido comenzó con transitar rápido de ambos en zona de volantes y mucha llegada por las bandas, desde donde llegó un centro de Vallejo y un cabezazo de Acosta que pasó muy cerca.
Fue un cuarto de hora donde los anfitriones eran los que se desplegaban, gestaban subidas interesante con Bregante y Amaro, pero no lograban hacerlo pesar en el tanteador.
Si lo logró en la primera a fondo el visitante. Un córner a los 15′ lanzado con clase por Leonardo Fernández encontró el cabezazo de Javier Méndez, sólo en el área chica, para vencer a Lentinelly y marcar el 1-0.
Un tanto muy celebrado por los cabrnoneros que lejos de disfrutarlo y hacerlo valor, hicieron todo para la llegada de la igualdad que no demoró y se dio a los 19′.
Un saque de banda rápido para Abel Hernández que la puso al medio, generó una pifia de Javier Méndez que mandó la pelota sobre su arco, Cortés que quiso agarrarla antes que saliera dio rebote, la Joya desvió, el balón llegó a Lucas Acosta que le pegó fuerte, la bocha dio en Nahuel Herrera y se metió. Un blooper tras otro y todo en tablas.
Un resultado que puso cierta justicia en el resultado ya que el predominio del equipo de Papa era notorio, con un Nicolás Vallejo que le ganaba una y otra vez a Milans por izquierda, un sector donde aparecían buenas opciones para ir por el segundo.
Y así lo encontró a los 34′ cuando el argentino le ganó en velocidad al lateral, puso el centro que le quedó a Abel Hernández y el nueve, con un testarazo, su especialidad, la mandó a guardar para el 2-1.
Golpazo para los carboneros que no encontraban solución alguna en el juego, con Leo Fernández poco participativo, Sosa incómodo recostado a la banda, y un Trindade que no pesaba en la recuperación.
Un disparo de Vallejo y luego otro de tiro libre del propio Fernández, movieron a los arqueros de un cotejo intenso, entretenido, pero principalmente muy emotivo. El argentino con otro centro se la puso a la cabeza de Acosta que no conectó bien y ñuego tras un envío rebotado le dio al travesaño de un Cortés muy inseguro. 2-1 para el negriazul rumbo al descanso que pudo ser mayor.
Lo salvó
Para el complemento Diego Aguirre optó por realizar dos variantes, los ingresos de Emanuel Gularte y Matías Arezo, saliendo de la cancha Javier Méndez, amonestado, y Diego García.
Estas variantes le dieron otra presencia a los aurinegros que arriesgaban más, pero a la vez trataban de no descuidarse sabiendo que estaban en una jornada defensiva de muchas dudas.
Eso quedó claro a los 55′ cuando otro balón de Vallejo tras un córner encontró el zapatazo de la Joya para avisar la cercanía del tercero. A eso se sumaron la acumulación de amarillas de Herrera, Remeri y Silvera por faltas fuertes.
Y pisando los 60′ se dieron dos chances claras para los mirasoles: la primera una pelota que no sacó Amaro y terminó en un remate de SIlvera que sacó Lentinelly. La otra un córner que terminó empujando el propio nueve y dio en el palo.
Remedi, sentido y cansado, salió de la cancha para el ingreso de Leonardo Umpiérrez, otro movimiento de la Fiera buscando soluciones en el terreno de juego. Suárez y Perdomo los elegidos por Papa para sostener.
Pero la insistencia tuvo su premio con el empate a los 70′. Una corrida de Milans por derecha terminó en un centro que cabeceó Umpiérrez, sacó un defensa, y le quedó a Maximiliano Olivera que le pegó cruzado y colocó el 2-2.
A esa altura era un partido de defensas flojas, lo demostró un cabezazo de Abel Hernández que pasó cerca, y ataques insistentes donde un error podía significar quedarse con las manos vacías. ¿La marca en zona de volantes? Bien, gracias.
David Terans y Damián Suárez adentró en uno, Renzo Machado en el otro, para un cierre de muchísima tensión de dos equipos que se brindaban con todo. A los 84′ Hernández ponía el tercero, pero partiendo desde un claro fuera de juego, lo que ahogo el grito de los simpatizantes locales.
Y la Joya era un martirio para la defensa, teniendo otra clarísima a los 87′ con un remate cruzado que se fue pegado al palo de un Cortés vencido en su intento defensivo.
Cinco minutos de adición con los carbobneros volcados al ataque en pos del milagro, surtiendo de balones al área y esperando que surgiera algo que los hiciera celebrar. Nada cambió el 2-2 que sentenció el empate y el reparto de unidades en Belvedere.
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