La muerte de un adolescente de 18 años alojado en el Cottolengo Don Orione de La Floresta (Canelones), bajo la tutela del Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU), derivó en una denuncia de su padre, Nilson Garay, por supuestas demoras en la notificación, falta de acceso al cuerpo de su hijo y la imposibilidad de trasladarlo a su ciudad de origen para sepultarlo.
Garay relató en entrevista con Canal 10 que su hijo ingresó al sistema de protección del INAU entre los 11 y 12 años, cuando le fue retirada la tutela a su madre por condiciones de vulnerabilidad. Según dijo, cuando intentó recuperar la custodia, se le negó porque no contaba con un “cuarto especial” para alojarlo.
El pasado fin de semana recibió por WhatsApp un mensaje solicitando que se contactara con una persona por el estado de salud su hijo. Al comunicarse, le informaron su fallecimiento de una forma que calificó como “insensible”. Según sostiene, el deceso se produjo el sábado 19 de julio a las 4:45 de la madrugada, pero él recién fue informado oficialmente el domingo a las 16 horas.
El hombre afirmó que no pudo ver el cuerpo, que se le negó información sobre las causas del fallecimiento, y que desea trasladar los restos a Melo (Cerro Largo), donde vive la familia, pero no puede afrontar los $100.000 que cuesta el traslado.
Ante la difusión de estas declaraciones, el INAU emitió un comunicado este jueves afirmando que el joven, identificado por sus iniciales, C.G., estaba bajo protección estatal desde 2020 por resolución judicial, luego de constatarse diversas situaciones de vulnerabilidad. Esa medida fue ratificada posteriormente por el Poder Judicial, tomando en cuenta la voluntad del propio adolescente de continuar bajo el amparo del organismo.
En 2022, tras pasar por un centro de protección en Cerro Largo, fue derivado al Centro Klinos 4 por su situación de discapacidad. En 2025, al cumplir la mayoría de edad, los equipos técnicos concluyeron que no estaban dadas las condiciones para su reintegro al núcleo familiar, por lo que fue alojado en el Cottolengo Don Orione, un centro especializado, detalló.
Según el INAU, el 19 de julio el joven sufrió un atragantamiento con un alimento y fue asistido por el personal, que aplicó maniobras de Heimlich y reanimación cardiopulmonar antes de trasladarlo a la policlínica más cercana. Allí se constató su fallecimiento.
El organismo afirma que las maniobras quedaron registradas por cámaras de seguridad y que apenas se confirmó el deceso, se intentó contactar a la familia. Ante la falta de éxito en los llamados, se solicitó colaboración a la Dirección Departamental de Cerro Largo para notificar a los referentes familiares.
La institución también sostuvo que se dio intervención al Instituto Técnico Forense (ITF) y a la Fiscalía de Atlántida para el análisis correspondiente, y que la sepultura fue dispuesta en dicha localidad.
El comunicado cierra expresando condolencias a la familia del joven y reafirma el compromiso del INAU con la protección de los derechos de niñas, niños y adolescentes.

