Peñarol de Montevideo jugará este domingo 2 de octubre la final de la Copa Libertadores de América de futsal, algo increíble si lo analizamos desde la óptica sobre lo que le sucede en la cancha grande.
Lo primero que surge es que Peñarol de Montevideo se tendría que dedicar al futsal en lugar de la cancha grande, porque el equipo de Leonardo Ramos viene de caer con M.C. Torque por el Clausura por 1 a 0 y de ganarle a Boston River en una dramática definición por penales.
Pero en el futsal es otra historia. Peñarol disputará la final el domingo a las 13 horas frente a Cascavel, rival con el que cayó 2-1 en la fase de grupos. El campeón brasileño, invicto hasta el momento, se metió en la definición venciendo 2-1 a San Lorenzo, ganador de la última edición disputada en Florida.
Será la primera vez de un equipo uruguayo disputando una final de Copa Libertadores con el formato actual. Bajo el antiguo mecanismo de disputa había ocurrido en 2003, cuando Nacional ganó la Zona Sur y perdió las dos finales con Carlos Barbosa, ganador de la Zona Norte y equipo más laureado en el historial del certamen.
La clasificación
Peñarol hizo historia al clasificar a la final de la Copa Libertadores de futsal, torneo que se está disputando en el Complejo Polideportivo Malvinas Argentinas, de Argentinos Juniors, donde este viernes 30 venció a Cerro Porteño 2-0.
Fue una reñida clasificación, pero alcanza para destacar que a 6’24’’ del epílogo los mirasoles, dirigidos por el argentino Ignacio Cabral, cometieron su quinta falta, lo que los comprometía ante la posibilidad de un penal largo en caso de cometer la sexta. No obstante, supieron defender sin infracciones.
Los paraguayos empezaron a emplear la táctica de arquero-jugador cuando faltaban cuatro minutos para el final y llevaron peligro sobre el arco del vigente tricampeón uruguayo, pero no les alcanzó para quebrar la resistencia de la muralla llamada Mathías Fernández.
Fuente : elecodigital.com.uy

